Blog Escrito por Juan Chebly, Coordinador del Mundo Que Queremos 2015
Pese a que la agenda post-2015 y los Objetivos de Desarrollo Sustentable presentan un enfoque armónico donde el bienestar del planeta, el desarrollo humano, y los derechos humanos están interrelacionados, la realidad demuestra que la aplicación del paradigma de desarrollo sustentable puede conllevar tensiones entre las políticas centradas en las personas y aquellas que se dedican su entorno. (UNESCO 2005)
Esta disyuntiva también conocida como ‘la paradoja del desarrollo sustentable’ parece ser una realidad inescapable del presente. Evidencia de esta percepción son los resultados de la Conversación Global iniciada por las Naciones Unidas en torno al diseño de la agenda post-2015. La Conversación Global ha capturado las prioridades y aspiraciones de más de 7 millones de personas en 194 países e incluye más de 100 consultas nacionales, 11 consultas temáticas, y la encuesta MI Mundo 2015. Los resultados son capturados y visualizados en la plataforma El Mundo Que Queremos 2015.
La encuesta Mi Mundo 2015 lanzada en 2013 por las Naciones Unidas y aliados de la sociedad civil como herramienta de participación social en el diseño de la agenda post-2015, le permite al votante escoger 6 prioridades de 16. La información demográfica capturada incluye la edad, genero, nivel de educación, país e índice de desarrollo humano del votante. Entre las prioridades a escoger está la ‘Protección de los ríos y océanos’.
Cuando observamos los resultados de la encuesta podemos ver una tendencia interesante en cuanto a la cantidad de votos a favor de ‘La protección de bosques, ríos y océanos’ y el índice de desarrollo humano del votante. Lo que podemos observar es una relación positiva entre el índice de desarrollo humano y la cantidad de votos a favor de esta prioridad. En otras palabras mientras más alto es el índice de desarrollo humano de un grupo de votantes, más alto en la lista de prioridades figura ‘La protección de bosques, ríos y océanos’.
Una tendencia opuesta se puede observar cuando analizamos la cantidad de votos a favor de mejoras en infraestructura y el índice de desarrollo humano. Tendencias similares se pueden apreciar cuando utilizamos herramientas de mina de datos para analizar la data cualitativa de las consultas y foros nacionales y temáticos. Un ejemplo es el análisis de los estudios de Participate Initative y de ATD Cuarto Mundo, conversaciones con los más marginados. A través de estos estudios vemos como las principales prioridades de las personas viviendo en extrema pobreza tienen poca relación con la protección de los bosques, ríos y océanos.
Si bien los resultados de este análisis pueden resultar un tanto intuitivos, por otro lado existen excepciones y matices. Un ejemplo es el caso de los 112 ciudadanos en pobreza extrema encuestados en los vertederos de basura de Nueva Delhi en India, donde en efecto la ‘Protecciónde bosques, ríos y océanos’ se encuentra de penúltima en la lista. Sin embargo sorprendentemente, ‘Una buena educación’ y ‘Un gobierno honesto y responsable’ se encuentran entre las primeras 5 prioridades. Esto se puede atribuir a que los votantes pueden percibir una conexión entre una buena educación y un buen gobierno con una vida mejor y con sus derechos humanos.
Si bien la gente suele tener prioridades inmediatas que muchas veces se sobreponen a los intereses o prioridades inter-generacionales, la gente también tiene la capacidad de entender la interconexión y relevancia del concepto de sostenibilidad. Gran parte del problema se puede atribuir a la falta de información. En este sentido, estas percepciones negativas se pudiesen revertir a través de la concientización – ¿y qué mejor herramienta para esto que una agenda o marco normativo ético para el desarrollo sustentable global? – un marco normativo ético anclado en el desarrollo humano y en los derechos humanos, donde el ambiente, los bosques, los ríos, y la biodiversidad son vistos no en competencia, sino como factores interdependientes de un mundo mejor para todas las personas que habitan en él…y las que todavía no.